"FILOSOFANDO"


Se dice que la filosofía es fundamental para la vida, que tiene mucho sentido hacer filosofía para la sociedad, que la filosofía trata los problemas más íntimos de la humanidad y que está en todo momento de nuestra cotidianidad. Entonces, ¿por qué tenemos que demostrar que la filosofía sirve para algo? ¿No es que ese tener que mostrar está diciendo lo contrario? La filosofía hoy está tan apartada de la sociedad que simplemente no se puede sostener. Nosotros, mientras, preocupados por cómo conseguiremos un empleo, tratamos de defender por todos los medios nuestra actividad. Sólo que nuestra actividad es nada más que eso: “nuestra”. A nadie que no estudie filosofía le interesa lo que hacemos, aún así sostenemos que es una actividad importante para la sociedad. No obstante, tenemos que ir a decirle a la sociedad por qué nuestra actividad es tan importante. Quizás sea momento de detenerse a pensar si en realidad le hacemos un beneficio a la sociedad -que no conoce nuestro trabajo, que ni siquiera le interesa y no nos pide cuentas-, todo esto debido a que los filósofos se encuentran encerrados en las aulas y en sus cubículos “filosofando”.
     Estar encerrados haciendo filosofía simplemente nos ha segregado de la sociedad. Cuando preguntas por las calles
(jajajajaja... pensando que se haga) ¿qué se entiende por filosofía? La respuesta es clarísima: Ni puta idea. Obviamente llegamos a las calles queriendo mostrar la filosofía y nos topamos con que ni siquiera existen las bases para que las personas entiendan el lenguaje en el que les estamos hablando, muestra de que la filosofía, como la trabajamos en las universidades, no se encuentra en la vida de los habitantes de nuestra sociedad. Simplemente se nos quiere dar dentro de las aulas una imagen romántica de la filosofía, pero que si la tratas de llevar más allá de la universidad simplemente se te cae. Las preguntas que motivan al pensamiento filosófico siguen estando ahí, pero la forma en que trabajamos simplemente complica la solución, pues parece que se aleja de la intimidad humana. Pues bien, podemos ver que hasta el más complicado de los filósofos tiene una preocupación que repercute en la vida, pero la forma en que trabaja su solución se vuelve tan compleja que sólo un círculo limitado puede adentrarse en él.
      Si se quiere que la filosofía pase a tener un efecto más fuerte en las calles los que desarrollan tal actividad deben de salir, porque incluso los filósofos dedican grandes esfuerzos pensando en cómo llegar a la gente, pero estúpidamente siguen quedándose pensando en las aulas. Si salieran a las calles a hacer lo que se supone hacen en las aulas: pensar, sería un gran avance, por lo menos se vería qué hace el filósofo. Si se queda callado, por el contrario, nos mete en problemas porque nos van a tomar por estúpidos. Que los filósofos salgan a las calles a pensar en voz alta. A ver si de esa forma no hay una repercusión en la sociedad. No en balde en la antigüedad los filósofos estaban en los espacios públicos, pues ahí se encontraban los semilleros para generar la filosofía. Ahora bien, una vez en la calle, ¿qué hacer? 

     Lo primero consiste en preguntar, pero debe de ser dirigido hacia otros que no se han dado el tiempo de pensar. Por ello el buen Sócrates era un partero, a quien se le acercaba le ayudaba a parir sus ideas. Sócrates no le ponía ideas a nadie, tan sólo incitaba al pensamiento. Eso es lo que hacemos los filósofos, pero ocultos en los cubículos evidentemente pasamos inadvertidos. De hecho, ha llegado la situación hasta tal punto que si el día de mañana desaparece la filosofía la sociedad apenas lo notaría. Todo esto es culpa de los filósofos mismos, no de alguien más. Si se quiere defender a la filosofía es mejor que se haga en las calles y no sentados en los mismos cubículos de siempre pensando que se debería de hacer algo, teorizando mil formas para defender la filosofía. Claro que el pensar ya es una acción, pero si ni siquiera ven que estamos haciendo eso no nos tomaran en cuenta. Si queremos servirle de algo a nuestra comunidad tenemos que salir a ella y dejar esas pretensiones absurdas de que sean los otros los que se acerquen. Ofreciendo lo que tenemos, lo que hacemos, sea mucho o poco, podrá la misma sociedad pensar en lo valiosos que son los filósofos, pues si no nos necesitan desapareceremos sin más, pero que no se diga que nos quedamos sentados en nuestros cubículos esperando apaciblemente a la muerte de la filosofía.

3 comentarios:

  NAMBER WAN

14 de enero de 2012, 16:13

Me parece una entrada excelente, Vicmir. Sin embargo, creo que aún tienes mucha fe en la filosofía. Yo pienso que la filosofía, como categoría de pensamiento, como disciplina institucional, como se ejerce hoy, como una "profesión", está totalmente enferma, los "folósofos" la enfermaron con su elitismo estúpido, con su arrogancia. Aún así es difícil que desaparezca, pues todo orden social y político necesita una ideología, lugar donde la filosofía encuentra uno de sus más importantes significados, pues siempre se ha relacionado el resultado del ejercicio filosófico con el poder, y si no me crees pregúntale a Descartes.

Por mi parte, ya he perdido la fe en la Filosofía -en esa filosofía institucional y hegemónica, claro está- y creo que no tiene arreglo. Pienso que está condenada a morir o a ser asesinada por su exeso de poder, porque también genera, a fin de cuentas, estallidos sociales de los que no se hace responsable.

  Anónimo

15 de enero de 2012, 18:09

Creo que NAMBER WAN confunde la filosofía con las insituciones, haciendo depender aquella de ésta. Hegel, por nombrar un ejemplo, fue rector de la universidad de Berlín, Kant, del mismo modo, fue profesor universitario, y así interminablemente: Sartre, Heidegger, Bradley, Adorno, Arendt, etc.. Claro está, tambien están los que no tuvieron institución alguna: Marx, Nietzsche, Schopenhauer, Lukacs (al menos durante toda su juventud y parte de su adultez), etc.; por lo tanto, decir que la filosofia está muerta porque es institucional, y depender su existencia de si se hace en una universidad o no, me parece erróneo. Hay filosofía y se ha filosofado a través de toda su historia tanto dentro como fuera de la academía (piénsese en Spinoza).
Creo que lo que le pasa a NAMBER WAN es un odio a la universidad, y a las discusiones que se dan en ella, pero ello no le compete a la filosofía; asi como tampoco le compete el que la gente crea o no en ella, sino pregúntenle a Sócrates....

Saludos,
JPO.

  NAMBER WAN

15 de enero de 2012, 21:17

Estimado JPO, Un cordial saludo. Te dedico este comentario, a modo de respuesta, en la más buena onda, para que no nos confundamos ni tú ni yo. Primero, no creo que la filosofía esté muerta. Si lo creyera lo diría, y no lo he dicho. Lo que he dicho más arriba es que podría morir en el futuro, pero ojo con esto, no cualquier filosofía, sino sólo la que se resguarda en la institución universitaria, pues nunca he renegado de que pueda hacerse filosofía fuera de las instituciones, y si no me crees lee mi entrada "Filosofía de Boutique" que está más abajo en este sitio. Por otra parte, mi rechazo hacia la institución filosófica es cuestión personal y no la discuto... Y cuando leas "Filosofía de Boutique" te darás cuenta de que pensamos de modo similiar. De todas formas agradezco el comentario que haz hecho, pues así podemos aclarar las cosas, para que no se me juzgue por lo que no he dicho ni pretendo decir.

Un abrazo.